Una ruptura no significa romperte.

Superar una ruptura amorosa, si realmente queríamos a la persona, puede ser un proceso estresante, difícil y doloroso. Una de las experiencias más dolorosas de nuestra vida y se puede sentir un auténtico duelo.

Pueden aparecer sentimientos y pensamientos tipo “siento que no merece la pena vivir”, “mi vida carece de sentido”,“ he perdido la ilusión”, “ me siento perdido” o “ cómo voy a ser capaz de continuar”.

En el caso de loa adolescentes, en que todos sus sentimientos son mucho más extremos y sin demasiados filtros racionales, el dolor pueden percibirlo de una forma muy devastadora.

Hay ocasiones que el duelo una ruptura empieza durante la relación: poco a poco nos vamos dando cuenta de que la otra persona no es lo que deseamos en nuestra vida y, cuando se pone fin, el dolor es menor puesto que ya lo tenemos más asimilado.

Sin embargo esas rupturas que nos deja con dudas, no son de mutuo acuerdo, o se producen de forma repentina, se viven de manera muy dolorosa.

En cualquier caso, una ruptura significa que se cierra un ciclo que ha sido muy importante en nuestra vida para volver a empezar de nuevo, pero esta vez sin la persona que ha estado a nuestro lado, ni los proyectos que teníamos con ella.

Te aseguro que no es fácil volver a empezar sin esa persona, pero no es el fin.

Cuando rompemos una relación que ha sido importante para nosotros es como caer en un pozo , donde sólo sientes vacío y oscuridad. Por mucho que te quieran ayudar amigos, familia, terapia… en realidad somos nosotros mismos los que debemos salir de ahí.

Es muy necesario que conectes contigo mismo y saques un espíritu de superación que probablemente no sabías que lo tenías. La versión de ti que saldrá de ese pozo no tiene nada que ver con la que cayó en él. No serás el mismo después. Serás un ser más consciente, más sabio y más fuerte. Nadie muere por amor, solo necesitas un tiempo.

Aunque en un principio pueda parecernos imposible o muy difícil superar una ruptura, con los estas pautas vas a poder sanar y avanzar hacia una vida feliz.

1.Permítete sentir: Es normal experimentar una amplia gama de emociones, sentimientos, pensamientos y sin un orden, después de una ruptura. Estos suelen ser:

Negación: “ igual es algo temporal y acabamos volviendo”,

Idealización: “nunca encontraré a nadie como él o ella”

Ira y rabia contra la otra persona: “me ha fallado” “ no ha sabido valorar lo que tenía”.

Negociación: “si lo volvemos a intentar todo será diferente”, “ si corrige estos errores todo irá bien” .

Culpabilidad :“ tendría que haber hecho las cosas de otra manera “

Confusión :“ quizá he sido muy exagerado y tenía que haber cedido”

Alivio: “ estoy mal, pero me siento libre”.

Permítete sentir estas emociones y permítete llorar si lo necesitas. No reprimas ningún sentimiento, ya que es parte muy importante del proceso de curación.

2.Escribe todo lo que no te gustó de la relación: Nuestra mente tiende a recordar solamente las cosas buenas, e incluso puede llegar a idealizar a la otra persona.Tomar conciencia de las cosas malas qu ocurrieron, momentos que te hicieron sufrir mucho o los motivos por los que consideras que la relación no era sana para ti, te va a ser de gran ayuda.

3.Escríbele una carta que nunca va a leer: Si sientes que quedaron cosas sin explicar y que por el motivo que sea no pudiste expresarlas y necesitas desahogarte, escríbele una carta de despedida . Expresa lo bueno de la relación, pero también libera toda la carga emocional que tengas. Después rómpela.

4.No te anticipes: No trates de buscar lo que te daba esa persona en otra. No enlaces con otra relación sin haber superado el duelo. No trates de evitar el dolor sustituyéndolo por otra persona, porque debes sentirlo para superarlo.

5.Acepta los motivos que hicieron que la relación no funcionase, pero acepta también las cosas positivas de la relación y los aprendizajes que has obtenido de ella. Aceptar te ayudará a comenzar a reconstruir tu vida de forma más sana y constructiva.

6.Acepta que con la ruptura se va lo bueno y lo malo: En toda relación siempre hay cosas buenas y malas. Cuando rompemos una relación rompemos con todo. No podemos pretender mantener las cosas buenas que teníamos con esa persona por ejemplo seguir con una actividad que a los dos nos gustaba hacer juntos, una vez que haya acabado .Cuando decidimos romper, es sano aceptar que con esa ruptura se va todo, lo bueno y lo malo.

7.Mantén el contacto mínimo: Considera reducir el contacto con tu ex pareja, al menos durante un tiempo. Esto te dará espacio para procesar tus emociones y evitará prolongar el dolor. Evita revisar sus redes sociales, ya que esto puede reavivar los sentimientos y dificultar el proceso de curación.

8.Busca apoyo: Habla con los buenos amigo o familiares en quienes confíes. Considera buscar el apoyo de un terapeuta. Compartir tus sentimientos y pensamientos con alguien de confianza puede aliviar la carga emocional y brindarte una perspectiva externa.

9.Escúchate, crece y sana: Utiliza este tiempo para conocerte mejor, crecer como persona y aumentar la comprensión de ti mismo. Van a haber tantos sentimientos y emociones a flor de piel y encontradas, que lo ideal sería que utilizases un diario para escribirlas y desahogarte tantas veces como lo necesites. Descubre qué es lo que necesitas de verdad, en qué quieres mejorar. Identifica las lecciones aprendidas y los patrones que deseas evitar en futuras relaciones. Aprovecha esta experiencia para crecer como persona y fortalecerte.

10.Cuida de ti mismo: Mantén una alimentación saludable , haz ejercicio regularmente, duerme lo suficiente y haz actividades que disfrutes. Concentrarte en tu bienestar físico y mental te ayudará a aumentar tu autoestima y a reconstruir tu vida de manera positiva.

11.Establece metas y crea una nueva rutina: Establece metas realistas para ti mismo y trabaja para alcanzarlas. Esto te dará una sensación de propósito y te mantendrá enfocado.

12.Evita las comparaciones y el aislamiento: Cada persona tiene su propio tiempo de curación, y es importante recordar que tu experiencia es única. Evita comparar tu ruptura con las de otras personas.

Recuerda que superar una ruptura lleva tiempo, y es normal tener altibajos en el proceso de curación. Sé amable contigo mismo, mantén una mentalidad positiva y ten paciencia. Con el tiempo, sanarás y estarás listo para abrirte a nuevas experiencias y oportunidades.

¡Una ruptura no significa romperte!

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